El problema principal de las reformas integrales radica en que los elementos estructurales están distribuidos en función de la idea concebida por el arquitecto para compartimentar el espacio, que la mayoría de las veces no suele coincidir con nuestra visión.
Ante estos casos tenemos tres opciones: respetar las particiones originales (conformismo), intentar substituir el apoyo estructural por una viga metálica de apeo recalculando la estructura (complicado y caro), o simplemente aliarnos con nuestro enemigo (transgresión), reconvirtiendo aquello que nos limita en una pieza más de la decoración, o incluso en la protagonista.
Existen muchas opciones decorativas y funcionales, aunque la primera idea que nos viene a la cabeza a la mayoría es reutilizar el espacio entre el pilar y la pared más próxima, colocando unas repisas.
No obstante, si la transformación de la vivenda implica dejar un pilar aislado en la estancia es bastante habitual hacer una estantería de obra con escayola, DM (aglomerado de fibras de madera), lacado o pladur.
Este tipo de librerías además nos ayudan a separar ambientes, como en el caso de este loft reformado por la arquitecta Marcella Hecht Loeb (ver aquí), donde se utiliza para dividir el espacio del comedor y la zona de estudio.
En este salón, un sencillo entramado con estantes tanto en vertical como en horizontal delimita la zona de cocina.
Los dueños de este apartamento en Brooklyn (ver aquí), una pareja de diseñadores que quisieron reflejar en su vivienda sus historias personales y viajes, encargaron a un ebanista una estantería como solución.
Otra medida es revestirlo para que destaque, en lugar de intentar camuflarlo con materiales que impriman carácter como el ladrillo cara vista. Vemos un ejemplo en esta cocina en la que es el único elemento que destaca, frente a una decoración en la que domina el blanco.
En el caso de este baño, no solo se recubrió sino que se decidió ampliar la superficie en la que se localizaba embebiéndolo para dividir el área de ducha del resto de la estancia.
Este tipo de librerías además nos ayudan a separar ambientes, como en el caso de este loft reformado por la arquitecta Marcella Hecht Loeb (ver aquí), donde se utiliza para dividir el espacio del comedor y la zona de estudio.
En este salón, un sencillo entramado con estantes tanto en vertical como en horizontal delimita la zona de cocina.
Si la columna se encuentra cerca de una esquina, pero no nos apetece poner estantes en el hueco que conforman, podemos recrecerla hasta el tabique, y colocar repisas alrededor de la nueva estructura.
Cuando existe demasiada distancia entre el pilar y la pared, o simplemente queremos dejar la planta abierta, este apartamento en Londres diseñado por el estudio de interiorismo Cloud (ver aquí), nos brinda una ingeniosa idea aprovechando el pilar central para ubicar dos estanterias metálicas a cada lado que apilan los libros en vertical.
Los dueños de este apartamento en Brooklyn (ver aquí), una pareja de diseñadores que quisieron reflejar en su vivienda sus historias personales y viajes, encargaron a un ebanista una estantería como solución.
Otra medida es revestirlo para que destaque, en lugar de intentar camuflarlo con materiales que impriman carácter como el ladrillo cara vista. Vemos un ejemplo en esta cocina en la que es el único elemento que destaca, frente a una decoración en la que domina el blanco.
En el caso de este baño, no solo se recubrió sino que se decidió ampliar la superficie en la que se localizaba embebiéndolo para dividir el área de ducha del resto de la estancia.
El estudio int2architecture en este apartamento de 69m2 en Moscú (ver aquí) consigue de manera magistral convertir un incómodo pilar en un interesante mueble con una triple función: almacena, delimita el área de comedor de la cocina, y es un entretenido mural de juegos.
Un ejemplo más simple pero igual de genial es esta antigua columna, que no solo actúa de pizarra o decoración, sino que al ser más ancho que el mueble de cocina logra esconderlo en parte a la vista según el ángulo en el que nos situemos.
Vía Home&Decor Singapore (ver aquí)
Forrarlo con papel de periódico fue la curiosa alternativa elegida en el restaurante EleBar en Buenos aires, situado en el barrio de Palermo, remodelado en 2011 para albergar este establecimiento que conserva en la medida de lo posible la estética original, con el característico suelo de damero, los techos altos y parte del mobiliario.
Hasta el momento hemos visto como integrar molestos pilares pero la siguiente propuesta es : no hacer nada, únicamente retirar la capa de yeso dejando el hormigón visto para que sea una pieza más del diseño que aporta un aire moderno e industrial.
En Brasil, los arquitectos Felipe Hess & Renata Pedrosa diseñaron este piso localizado en la planta 31 del emblemático edificio Copan (ver aquí), en São Paulo (Buenos aires), obra de Oscar Niemeyer, en el cual las columnas marcan la distribución de este loft integrándose en el conjunto.
También un sofá a medida es un recurso para incorporarlos a una sala donde de nuevo dominan los colores
níveos y el minimalismo, es la elección en esta ocasión.
El arquitecto ruso Denis Krasikov decidió en la reforma de esta vivienda en Alemania (ver aquí) situar una mampara de cristal con perfileria metálica entre dos pilares, un fantástico planteamiento que separa la cocina del salón - comedor.
En este moderno dúplex ideado por el estudio de arquitectura N232 (ver aquí) sencillamente son un particular elemento decorativo más de la composición.
Muy buenas todas las sugerencias de decoración. Así se saca partido a todos los espacios.
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