Otro ejemplo más de como cambia un objeto si se le da un poco de mimo.
El aparador concretamente está datado sobre los años 40, y como es normal la estética de estos elementos ha cambiado bastante.
Esta es mi propuesta Sencilla pero muy atractiva visualmente.
Como se observa aporta un toque muy renovado al mueble. He utilizado la técnica del decapé simplificada, ya que en vez de aplicar dos capas de pinturas para destacar las zonas decapadas, la pintura existente nos hace de base.
Bueno manos a la obra, pongámonos con el making off.
Lo primero, es preparar el mueble para su remodelado, como casi siempre en muebles antiguos la primera fase es la desinsectación, ya que con el paso del tiempo la posibilidad de un ataque de carcoma aumenta exponencialmente...
Aunque este aparador fue tratado hace unos años, por la información que me dio el cliente, más vale prevenir y volver a hacerlo para garantizar su integridad por muchos años mas.
Recomiendo utilizar una jeringuilla, que aunque algo mas lenta que los sprays que existen en el mercado, es mucho más efectiva debido a que la inyección se controla mejor, e introduces una mayor cantidad de producto en la madera impregnando las zonas adyacentes al orificio.
El siguiente paso lógico es tapar los orificios, pero yo no lo recomiendo, normalmente esto le da una presencia interesante al mueble, además en el fondo es un reciclado natural de nuestro planeta...y quien soy yo para criticar al mejor reciclador que existe.
Una vez desinfectado el mueble procedemos a hacer la imprimación, lo ideal es un buen lijado con lija suave ( 80 máximo). Este es buen momento para empezar a pensar en el decapado final, insistiendo en el lijado de las zonas que luego queramos dejar al descubierto.
Llega la hora de pintar, en este caso la técnica de pintura es a pistola, no es la más recomendable para hacer un decapado purista, pero como os he comentado es mi particular forma de aplicarlo a este objeto.
Una vez aplicadas las dos capas de pintura, procedemos al decapado, podemos usar lana metálica, papel de lija o espojillas lijadoras, siempre pasando de las más
abrasiva a la más suave. En este caso utilizo lana metálica gruesa y termino con espojillas suaves.
Esta es la parte en la que os tenéis que inspirar y tomar con calma, más vale volver a repasar una zona que decaparla en exceso, y tener que repintar la zona. Yo remarqué las molduras y detalles que estaban pintados en oro, jugando con los tonos de la madera natural.
Por fin el trabajo terminado con detalles como, pulir el mármol del sobre para dar un poco de brillo, y enderezado de las llaves de los armarios.
Claras instrucciones y buena reparación, gracias Carlos!
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