Es relativamente fácil amueblar una vivienda, si aún eres afortunado de poseer una pequeña parte (la grande es del banco), o pagar sin ahogos el alquiler y no mueres en el intento. Pero estos muebles son bastante débiles e impersonales, aunque los suecos pretendan vendernos lo contrario.
Aun así, nos es fácil deshacernos de esos muebles rotos o sucios de nuestros familiares que llamamos “trastos”, sin darnos cuenta que probablemente por mucho que queramos gastar no vamos nunca a tener un mobiliario de mejor calidad en nuestra vida, ya que algunos fueron construidos en ese pequeño lapso de tiempo en que el equilibrio entre industrialización y artesanía fue perfecto, en los que se usaban materiales nobles que duraban para toda una vida, o incluso generaciones.
Claro hay que decir que nuestros familiares invertían una gran cantidad de dinero en este menester, pero así aseguraban el disfrute de estos objetos para toda su vida. Con este Leitmotiv abro esta ventana al mundo para ayudar a que estos objetos no caigan en los largos brazos de lo que llamamos basura.
A estas alturas de la evolución humana, en la que la sociedad capitalista cada vez construye nuestros tan preciados objetos del confort de una manera más obsolescente.
En mi opinión, uno de los grandes puntos negros de una vida industrializada. Sin meternos en si la débil resistencia de los muebles de nombre impronunciable u otros similares es programada o no, esto es una realidad.
Por cierto, que yo creo que esto de la basura debe ser un invento de la humanidad, en la naturaleza desde luego no nos hemos inspirado. De hecho lo único que se podría considerar “basura natural” que conozco, es el motor de nuestra vida industrializada: el petróleo. El futuro de nuestras energías renovables debería fijarse más en como la naturaleza transforma la energía.
Si al final acertara Robert Zemeckis, el creador cinematográfico de la saga "Volver al Futuro" (nombre original: Back to the future) repostaremos nuestro coche con basura.
Este blog pretende ser un acicate para que invirtamos más en esos objetos que están en la cuerda floja de convertirse en obsoletos desechos humanos, y reavivarlos con alguna intervención antes de sucumbir en la vorágine del consumismo.
Con estas intervenciones cumpliremos dos objetivos entrar en posesión de un objeto exclusivo y ser respetuosos con el medio ambiente.
Yo iré exponiendo mis intervenciones para verlos en común y si eso os inspira para realizar los vuestros me sentiré muy halagado.
